ÚLTIMAS NOTICIAS: ¿Qué le está pasando a Trump? El expresidente, al borde del colapso con cifras que estremecen a todo Estados Unidos
Washington D.C. —
Donald Trump, el hombre que durante años desafió a la lógica política estadounidense y rompió todas las normas del establishment, hoy enfrenta una amenaza que podría marcar el principio del fin de su carrera: su popularidad se derrumba de manera alarmante y su futuro político pende de un hilo.
A menos de 100 días desde su reaparición formal en la arena política, los números que llegan desde distintas encuestadoras no solo preocupan a su círculo íntimo, sino que ya han encendido sirenas de alarma en todo el Partido Republicano. El índice de aprobación de Trump ha caído a niveles históricamente bajos, alcanzando cifras que no se registraban para un líder político en más de 80 años. ¿Qué le está pasando realmente a Donald Trump?
El derrumbe de un fenómeno
Durante su presidencia, Trump desafió repetidamente las expectativas, sobreviviendo a escándalos, juicios políticos y controversias que habrían hundido a cualquier otro político tradicional. Sin embargo, esta vez parece diferente.
Según encuestas recientes de medios como Gallup, Pew Research y FiveThirtyEight, la tasa de aprobación de Trump ha caído a un promedio de apenas el 31%, un número inusualmente bajo para un exmandatario que aún pretende liderar un regreso al poder. Algunos sondeos regionales muestran caídas aún más dramáticas en estados clave que fueron fundamentales para su victoria en 2016.
Expertos indican que este descenso puede atribuirse a una combinación de factores: el agotamiento generalizado de los votantes hacia su figura, la creciente preocupación sobre su viabilidad legal debido a múltiples investigaciones abiertas, y la aparición de nuevos líderes dentro de su propio partido que ofrecen alternativas más frescas.
Crisis interna: una batalla silenciosa en las sombras
Fuentes cercanas a su círculo privado revelan que no todo es armonía dentro del “equipo Trump”. Según varios informes, existen tensiones internas, diferencias estratégicas sobre el enfoque que debe tomar su campaña, e incluso rumores de traiciones dentro de su núcleo más cercano.
Una fuente anónima ligada a su equipo de campaña afirmó:
“Hay una sensación de desesperación en el aire. Muchos asesores temen que estemos presenciando un colapso irreversible, pero pocos se atreven a decirlo en voz alta.”
Sumado a eso, la ola de demandas y las investigaciones judiciales que rodean a Trump lo han colocado en una posición extremadamente vulnerable. Algunos donantes tradicionales ya han comenzado a tomar distancia, preocupados por la viabilidad de su candidatura de cara a las próximas elecciones presidenciales.
¿Manipulación externa? La teoría de la “Operación Derribo”
Varios analistas sostienen que no todo se debe a errores internos o al desgaste natural de su figura. Algunos insinúan la existencia de campañas organizadas —tanto desde sectores demócratas como desde facciones republicanas rivales— diseñadas para acelerar la caída de Trump.
Estas “operaciones de derribo”, según especialistas en comunicación política, incluirían estrategias de filtración de información comprometedora, campañas de desinformación dirigidas a erosionar su base de apoyo, y un trabajo sistemático de desgaste mediático.
¿Es realmente víctima de un complot o simplemente está pagando el precio de años de confrontaciones y escándalos? La respuesta, como casi siempre en el caso de Trump, parece estar en algún punto intermedio.
Estados Unidos en vilo: ¿principio del fin o una nueva resurrección?
Pese al panorama sombrío, quienes conocen a Donald Trump advierten que nunca se lo debe subestimar. A lo largo de su vida pública, ha demostrado una capacidad única para resurgir de momentos críticos, reinventando su imagen y recuperando apoyo cuando muchos ya lo daban por acabado.
La pregunta que flota en el aire es si esta vez logrará hacer lo mismo o si estamos siendo testigos de su ocaso definitivo.
Mientras tanto, todo Estados Unidos —y buena parte del mundo— observa expectante.
El desenlace todavía no está escrito, pero lo que sí es seguro es que los próximos meses serán decisivos no solo para Donald Trump, sino para el futuro del tablero político estadounidense.
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