ÚLTIMA HORA: “Esto no es noticia” – La relación que dañó a Jesús Cintora y sacudió a TVE
La verdad finalmente revelada hace que muchos se pregunten: ¿Quién está detrás del silencio del periodista más incómodo de España?
Madrid, 9 de mayo de 2025 — Durante años, Jesús Cintora fue sinónimo de periodismo valiente, de confrontación con el poder, de preguntas que muchos no se atrevían a formular en televisión pública. Su presencia en pantalla incomodaba, sí, pero también informaba, despertaba conciencia y, para una parte importante del público, representaba una voz libre dentro del aparato mediático del Estado.
Pero un día desapareció.
Sin explicaciones, sin despedidas, sin homenajes. Solo un comunicado genérico: “reestructuración de la programación”. Desde entonces, se han tejido toda clase de teorías. Hoy, por fin, algunas piezas del rompecabezas empiezan a encajar. Y lo que aparece no es una simple salida profesional: es una historia de presiones, relaciones prohibidas y verdades silenciadas.
Capítulo 1: El periodista que no sabía callar
Jesús Cintora había construido su carrera enfrentando a ministros, presidentes, empresarios y tertulianos alineados con el sistema. Su espacio en TVE, aunque breve, fue uno de los más vistos y comentados de la franja política. Su estilo directo y su agenda social lo convirtieron en blanco de críticas… y de miedo.
Según múltiples fuentes, dentro de la propia redacción de TVE, Cintora comenzó a recibir advertencias sobre temas que no debía tocar. Informes, investigaciones y datos que no “encajaban” con la línea editorial sugerida. La gota que colmó el vaso habría sido una propuesta de reportaje sobre contratos opacos entre el gobierno y medios privados, que un alto directivo desestimó con una frase seca:
“Esto no es noticia”.
Una frase que, más allá de su frialdad, escondía una decisión definitiva: Cintora debía desaparecer.
Capítulo 2: La relación que nunca debió salir a la luz
Pero el contenido editorial no fue el único problema. Lo que hasta ahora permanecía como rumor —un secreto a voces en los pasillos de Torrespaña— ha sido confirmado por dos fuentes independientes: Jesús Cintora mantenía una relación sentimental con una figura clave del entorno político.
Se trataría, según la investigación, de una asesora parlamentaria con nexos directos con una fuerza política de primer nivel, conocida por su discurso “progresista” y su apoyo a la transparencia… al menos en público. La relación, aunque legal y entre adultos, fue considerada una “amenaza de imagen” por ciertos sectores internos de la cadena y del partido.
“Era una bomba de relojería. Si eso salía, no solo él quedaba expuesto, también nosotros”, habría dicho, según un confidente, un asesor político involucrado en la toma de decisiones que afectaron al periodista.
Esta supuesta relación, cruzada con sus contenidos críticos y su creciente popularidad, empezó a pintar a Cintora como un problema sin solución.
Capítulo 3: Silencio impuesto, reacción masiva
Desde su salida, ni la dirección de TVE ni los partidos implicados han emitido explicaciones convincentes. Jesús Cintora ha optado por el silencio. Ha dado entrevistas vagas, esquivando la confrontación directa. ¿Por miedo? ¿Por estrategia legal? ¿Por dignidad? Nadie lo sabe a ciencia cierta.
Lo que sí se sabe es que la audiencia no ha olvidado. Tras la reciente filtración del informe interno que contiene la ya célebre frase “Esto no es noticia”, las redes han estallado. En solo 48 horas, hashtags como #CintoraCensurado, #TVEManipula y #DóndeEstáCintora se han vuelto tendencia en España y América Latina.
Miles de usuarios comparten clips antiguos del periodista enfrentando a poderosos, denunciando corrupción, dando voz a los que no la tienen. El contraste con la parrilla actual de TVE —más blanda, más institucional, más “neutral”— no pasa desapercibido.
Capítulo 4: ¿Quién se benefició?
Lo más inquietante de todo esto es la respuesta a una pregunta incómoda pero necesaria: ¿quién ganó con la desaparición de Cintora?
La respuesta no es una sola. Su salida dejó espacio a nuevos rostros, más dóciles. Los partidos gobernantes evitaron tensiones innecesarias en pleno ciclo electoral. Y dentro de TVE, los cargos ejecutivos recuperaron el control editorial completo sin tener que enfrentarse a un periodista incómodo.
Y lo más grave: la audiencia perdió una voz independiente, sin que nadie alzara la voz en su defensa. Hasta ahora.
Capítulo final: ¿Renacerá o quedará en el olvido?
La historia de Jesús Cintora no ha terminado. Según algunos analistas, su silencio mediático estaría por romperse, y ya habría ofertas de plataformas digitales y medios internacionales para contar su versión de los hechos.
Lo que hoy tenemos es la fotografía de una realidad cruda: el periodismo incómodo no solo molesta, también se paga caro. En este caso, con la expulsión de un comunicador que se atrevió a cruzar límites que otros prefieren no tocar.
Y aunque intentaron silenciarlo… su nombre, su historia y su legado, vuelven a sonar con más fuerza que nunca.
📲 Seguiremos informando. Si tienes información adicional o fuiste testigo de decisiones dentro de TVE, puedes escribirnos de forma anónima. La verdad no se apaga tan fácilmente.