West Monroe, Luisiana – La comunidad cristiana y millones de fanáticos de la popular serie de telerrealidad Duck Dynasty en todo el mundo están de luto por la pérdida de Phil Robertson , fundador de Duck Commander y una figura inspiradora, quien falleció a la edad de 79 años el 25 de mayo de 2025, después de una larga batalla contra la enfermedad de Alzheimer.

Una leyenda de la América rural

Nacido el 24 de abril de 1946 en Vivian, Luisiana, Phil Alexander Robertson creció en una familia humilde que vivía del campo. Esta sencilla crianza lo forjó en un hombre resiliente que valoraba profundamente las cosas básicas de la vida, desde la caza hasta los momentos tranquilos junto al fuego con su familia.

Phil fue un talentoso jugador de fútbol americano, jugando como mariscal de campo en la Universidad Tecnológica de Luisiana. Cabe destacar que compitió por la titularidad con Terry Bradshaw , quien más tarde se convertiría en una leyenda de la NFL. A pesar de tener potencial para una carrera profesional, Phil decidió dejarlo todo por una vida más sencilla, llena de fe, familia y caza de patos.

En 1973, fundó Duck Commander , una empresa familiar que fabricaba reclamos para patos y que posteriormente se convirtió en un imperio multimillonario. Este éxito condujo a la creación de Duck Dynasty en 2012, un exitoso reality show que llevó a la familia Robertson y su negocio a millones de hogares en Estados Unidos y el extranjero.

Un hombre de fe y convicción

Phil Robertson era conocido no solo por su larga barba, su acento sureño y su pasión por la naturaleza, sino también por su inquebrantable fe cristiana . A lo largo de Duck Dynasty , solía orar ante las cámaras y hablar abiertamente sobre la Biblia y cómo Dios le había salvado la vida.

Sus firmes convicciones también generaron controversia. En 2013, Phil fue suspendido temporalmente del programa tras hacer comentarios polémicos sobre la homosexualidad en una entrevista con GQ. Sin embargo, el apoyo masivo del público, especialmente de las comunidades conservadoras, impulsó a A&E a reincorporarlo tan solo nueve días después.

Para muchos, Phil distaba mucho de ser perfecto, pero era auténtico , sin filtros, y se mantuvo firme en sus creencias sin importar la presión que enfrentaba. Una vez dijo: «No soy político. Soy un hombre redimido, una vez perdido, que ahora cuenta su historia para la gloria de Dios».

La familia lo era todo

Phil se casó con Marsha “Miss Kay” Robertson en 1966 y juntos tuvieron cinco hijos, incluyendo a Willie Robertson , quien se convirtió en el líder del negocio familiar. Su matrimonio superó muchas dificultades, especialmente durante los primeros años de Phil, marcados por la bebida y la rebeldía. Pero tras encontrar su fe en 1975, Phil se transformó en un esposo y padre devoto.

Este poderoso viaje fue retratado en la película biográfica de 2023 The Blind , que conmovió a millones de corazones y ofreció una comprensión más profunda de la transformación espiritual y emocional de Phil, de un hombre destrozado a un faro de redención.

Su fallecimiento y el legado que deja

A finales de 2024, la familia Robertson reveló que a Phil le habían diagnosticado Alzheimer. Durante sus últimos meses de vida, vivió tranquilamente en la granja familiar de Luisiana, a la que llamaba “mi pequeño paraíso terrenal”.

Su muerte es una profunda pérdida no sólo para su familia, sino para millones de seguidores que encontraron sanación y esperanza a través de sus oraciones, su humor y su estilo de vida sin pretensiones.

Su nuera, Korie Robertson , compartió:

No dejó un reino terrenal, pero sí un legado de amor a Dios , a la familia y a la verdad. Eso perdurará en todos nosotros.

Nunca habrá otro Phil Robertson

Aunque “Duck Dynasty: The Revival” se emitirá en el verano de 2025, Phil ya no formará parte del programa. Sin embargo, su voz sigue viva en el podcast “Unashamed”, y Duck Commander sigue prosperando con las nuevas generaciones que perpetúan su espíritu.

Puede que Phil Robertson ya no esté, pero sigue siendo un ícono estadounidense , una prueba viviente de que incluso un hombre destrozado puede resurgir, redimirse y dejar un legado que resuena para siempre.