Para los amantes de los animales, los íntimos amigos Watson y Kiko ya no son desconocidos. Ambos son perros golden retriever adoptados por su dueña Jennifer, que vive en Inglaterra. Cuando se mudó y buscaba un compañero, Jennifer decidió adoptar a Watson desde que nació el perro. Cuando Watson tenía 8 meses, Kiko, de 5 años, fue adoptado y se convirtió en el tercer miembro de la familia.
Kiko el de pelo dorado era un perro, pero un accidente pasado le provocó una ansiedad tan severa que se deprimió y tuvo que dejar su trabajo. Cuando se conocieron, Watson y Kiko estaban extremadamente apegados y pegados como siluetas a partir de ese momento. Jennifer cree que fue Watson quien le dio alegría a Kiko, ayudando a este perro rescatado a calmarse, sentirse seguro, superar gradualmente su mentalidad y volverse más feliz y activo.
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Los mejores amigos Watson y Kiko siempre están juntos. Gracias a la aparición de Watson, Kiko pudo superar su miedo y volverse más activo.
Más tarde, Jennifer adoptó al gato Harry. Pensé que los perros y los gatos no se llevarían bien, pero este trío es extremadamente “compatible” y convive en armonía. Watson y Kiko siempre son como dos hermanos mayores protegiendo al gatito. Gracias a eso, su cuenta de Instagram creada por Jennifer ha atraído hasta ahora a casi medio millón de seguidores.