ÚLTIMA HORA: John Cleese admite que piensa positivamente – Luego dice algo que hizo que todos pensaran: “¿De verdad…?”
Por [Tu Nombre] | 11 de mayo de 2025
En un giro inesperado de los acontecimientos que podría haber salido directamente de un guion de Monty Python, el comediante británico más famoso de todos, John Cleese, ha causado una gran conmoción en las redes sociales con un comentario que, sin duda, será recordado como uno de los más provocativos de su carrera.
Durante una entrevista en vivo sobre el arte de la comedia, el envejecimiento y la política actual, Cleese, quien acaba de cumplir 84 años, sorprendió a todos cuando, al hablar de cómo había intentado mantener una mentalidad positiva en medio del caos mundial, soltó esta bomba:
“Últimamente trato de pensar de manera positiva. Por ejemplo… a veces pienso en colgar a Stephen Miller del cuello. Es muy útil para mantenerme tranquilo.”
Sí, leyeron bien. Stephen Miller, el infame exasesor de Donald Trump, conocido por sus políticas de inmigración extremas y sus opiniones controvertidas, fue el objetivo de la broma de Cleese.
El comentario, que parecía una mezcla de humor negro y sátira, rápidamente se viralizó, causando todo tipo de reacciones en las redes sociales, desde memes hasta análisis profundos sobre la naturaleza del humor, la violencia simbólica y la libertad de expresión.
Reacciones inmediatas: ¿broma o amenaza?
En cuestión de minutos, el clip de la entrevista se difundió en plataformas como X (anteriormente Twitter), Instagram y TikTok, donde cientos de miles de usuarios comenzaron a discutir si lo que Cleese había dicho era un acto de provocación cómica o una manifestación de algo más oscuro.
“¿De verdad lo dijo? ¿Estaba bromeando?”
“Es un comentario muy inquietante, pero también muy británico,” comentó un usuario en X, que rápidamente se convirtió en uno de los tuits más compartidos.
“Esto es un claro ejemplo de humor británico. Llamémoslo como es: pura sátira,” dijo otro.
Por un lado, los seguidores de Cleese defendieron la declaración como un ejemplo perfecto de la irreverencia por la que siempre se ha caracterizado. Para ellos, la figura de Miller era un blanco obvio para el sarcasmo y la hipérbole que caracteriza al comediante.
Sin embargo, muchos críticos, especialmente aquellos más sensibles a los temas de violencia en la cultura popular, no tardaron en expresar su preocupación. La imagen de una figura política colgada, incluso de manera metafórica, les parecía demasiado peligrosa.
“Este tipo de comentarios solo alimentan el odio y la polarización política. ¿Qué le sucede a la comedia si ya no podemos ver la diferencia entre el humor y la amenaza real?” dijo una comentarista política en la cadena MSNBC.
La respuesta de Cleese: “No es violencia, es terapia”
No pasaron ni 24 horas antes de que Cleese se pronunciara nuevamente sobre la polémica, aclarando que su intención no era incitar violencia, sino más bien utilizar la imagen como una forma de relajación personal.
“Miren, no dije que fuera a colgar a nadie. Dije que lo pienso. Es como una visualización relajante. Como un ejercicio de meditación. Imaginen a alguien que realmente no les agrada, pero en lugar de hacerles daño, los ven colgando suavemente como un móvil. Es casi terapéutico,” explicó Cleese con una sonrisa en su blog personal.
Este tipo de comentarios es típico de Cleese, quien siempre ha sido conocido por sus opiniones fuertes y su tendencia a desafiar las normas de la comedia tradicional. De hecho, la declaración no fue un accidente. Durante años, el actor y escritor británico ha criticado abiertamente la cultura de la cancelación, defendiendo la libertad de expresión incluso cuando sus comentarios cruzan los límites de lo políticamente correcto.
“Si alguien se siente ofendido por algo que digo, eso es su problema, no el mío. El humor siempre ha sido una manera de cuestionar el poder. Si nos callamos, ¿qué nos queda?” declaró Cleese en una entrevista anterior.
¿Por qué este comentario resuena tanto?
La gran pregunta que muchos se hicieron tras escuchar las declaraciones de Cleese es: ¿por qué algo tan aparentemente trivial causó tanto revuelo?
En un mundo donde la polarización política está en su punto álgido y las tensiones sociales parecen estar a flor de piel, declaraciones como la de Cleese pueden ser una forma de liberar tensiones. El problema, como muchos señalan, es que el humor tiene límites, y en este caso, el comentario podría haber cruzado esa línea.
“Lo que Cleese está haciendo es un reflejo de la frustración colectiva que muchos sienten en relación con la política actual. El humor negro, aunque incómodo, puede servir como una válvula de escape. Nos permite visualizar lo que, en un contexto real, sería impensable,” comentó el psicólogo social Juan Pérez.
Es cierto que, históricamente, la comedia ha sido una herramienta para enfrentar la opresión, la injusticia y la absurda burocracia del poder. Pero, ¿qué sucede cuando esa misma comedia se convierte en un espejo demasiado oscuro de nuestra propia desesperación?
¿Dónde termina la comedia y comienza la violencia simbólica?
Este incidente pone sobre la mesa una cuestión crítica que pocos se atreverían a abordar: ¿hasta qué punto la comedia puede ser utilizada como una forma de catarsis social sin que sus efectos colaterales se conviertan en algo dañino?
Las imágenes violentas, incluso cuando se presentan como exageraciones cómicas, pueden tener un impacto real en la percepción pública. El problema radica en que los límites entre la sátira y la incitación al odio se desdibujan cada vez más en una era digital donde la interpretación del humor se vuelve más subjetiva.
“La sátira tiene la capacidad de sacar a la luz las incoherencias de la sociedad. Pero también puede ser peligrosa cuando se emplea sin tener en cuenta las repercusiones,” advirtió la socióloga Carla Domínguez.
¿De verdad lo piensa?
Al final, la gran interrogante que todos se hacen es si Cleese realmente quería decir lo que dijo. ¿Es posible que un comediante de su calibre esté tan cerca de cruzar una línea peligrosa?
La respuesta parece ser un enigma. Cleese, con su característico humor ácido, se ha mantenido fiel a la idea de que la comedia no tiene reglas, pero a medida que el mundo se vuelve cada vez más polarizado, ¿deberían los cómicos tener más cuidado al manejar temas tan delicados?
“No soy violento, soy británico. Y no hay nada más británico que un comentario cargado de ironía,” concluyó Cleese, dejando la puerta abierta para nuevas provocaciones.
Por ahora, la pregunta persiste en el aire: ¿De verdad lo piensa?
Tal vez nunca lo sabremos, pero eso es lo que hace que la comedia de John Cleese siga siendo tan fascinante: nunca sabes si está jugando contigo o simplemente está mirando el mundo con una sonrisa torcida.